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Lo bueno, lo malo y lo que queda pendiente de la reforma laboral
Luego de que la reforma laboral se cayera en el Senado este martes, la vaina ha desatado tremendo debate en Colombia. ¿Por qué y qué proponía la reforma?
Autora: Paula Bedoya
20 de marzo de 2025
Por: Paula Bedoya Ríos y Eloísa Fagua Lozano
Pipol, ayer la Comisión Séptima del Senado hundió la reforma laboral y el gobierno quiere meterle la ficha a la consulta popular pa’ preguntarle a la gente si quiere que la reforma laboral y de salud salgan adelante. Aunque muchas personas marcharon apoyando la laboral, a algunos sectores no les gustaba. ¿Por qué? ¿Qué proponía? Píllense esta nota.
Contexto
Esta era la segunda reforma laboral propuesta por el gobierno de Gustavo Petro. La primera se presentó a principios de 2023 pero no hubo quórum en la Cámara de Representantes para aprobarla y se quedó sin tiempo para tener su primer debate y por ende se cayó en junio de 2023
En un segundo intento el gobierno volvió a presentar el proyecto de reforma en agosto de 2023 y después de pasar sus 2 debates en la Cámara en 2024, se quedó a mitad de camino en el Senado esta semana cuando se votó y aprobó archivar la reforma.
Algunos de los puntos claves en la propuesta eran:
- Fortalecer los sindicatos y el derecho de la pipol trabajadora a hacer huelga.
- Aumentar la plata que le pagan a la pipol por trabajar un domingo o festivo (hoy se paga el salario de un día + 75% extra y la propuesta era pagar un 100% más).
- Que empresas como Rappi le pagaran a la pipol repartidora un aporte para salud y pensión.
- Formalizar los contratos de aprendizaje de la pipol que estudia en el Sena, hoy en día no se considera como un contrato de trabajo y solo se les paga un 75% del salario mínimo.
- Aumentar la licencia de paternidad de a poquitos (pasar de 2 a 6 semanas).
¿Cómo le fue en el Congreso?
La propuesta, según el gobierno, buscaba mejorar las condiciones laborales de la pipol. Pero generó bastante polémica entre los gremios de la gente empresaria. Aun así, logró aprobarse en la Cámara de Representantes quitando algunas vainas como prestaciones para la pipol campesina y la regulación de los despidos sin justa causa.
Pero el panorama no fue tan bueno en el Senado. La semana pasada la mayoría de la Comisión Séptima del Senado pidió archivarla diciendo que no estaba claro cómo iban a financiar esos cambios. Pero fue hasta este martes cuando se dio el debate y se terminó hundiendo, en medio de movilizaciones masivas convocadas por el presidente Petro para apoyar sus reformas.
Una vez conocido el hundimiento de la reforma, el gobierno dijo que le apostaría a la consulta popular para que sea la gente la que vote y diga si se hacen las reformas o no. Aunque esta es una alternativa democrática, el gobierno está corto de tiempo y debe ser muy cuidadoso pa’ que las preguntas no vayan en contra de la Constitución Política.
Pero ahí no paran las alternativas que tiene el gobierno una vez hundida la reforma. Otra opción es hacer decretos con algunos puntos de la reforma laboral, pero también hay que hacerlos con pinzas pa’ que la Corte Constitucional no los vaya a tumbar diciendo, por ejemplo, que sí o sí son cosas que deben tener un debate en el Congreso y no solo aprobarse vía decreto.
Más allá de la relación del gobierno con el Senado y las razones para archivar la reforma, hay todo un debate pendiente sobre los derechos laborales en Colombia.
¿Cuál es el debate?
El meollo del asunto está en lo que debería ser el centro de la reforma laboral, según distintas personas expertas. El debate es como el del huevo y la gallina. ¿Qué debe ir primero: más empleos o mejores condiciones?
Hay dos grandes visiones de cómo debería ser una reforma laboral. Una dice que hay que crear incentivos, como por ejemplo reducir los costos de la contratación formal, pa’ que la gente empresaria cree empleo y que así las personas que trabajan vivan mejor y gasten más, lo que mejora la economía.
Pero otra dice que simplemente se deben mejorar las condiciones laborales de la gente, sin abaratar costos, y ya con eso ganan más y gastan más y se mueve la economía y se crean más empleos.
Y aquí empieza el gran debate. Pipol experta explica que una reforma laboral tiene que tener en cuenta tres cosas: la informalidad, el desempleo y las condiciones laborales. Y la reforma laboral del gobierno solo está atendiendo una (las condiciones laborales).
Una de las grandes críticas a la reforma es que solo ponía el foco en la gente que ya tiene un trabajo formal, es decir, pero dejaba de lado a la gente informal y desempleada, que son la mayoría en nuestro mercado laboral. Según el Dane, entre noviembre de 2024 y enero de 2025 la informalidad llegó al 56% de las personas que trabajan en Colombia.
Según Cristina Fernández, investigadora de Fedesarrollo y economista de los Andes, la reforma solo beneficiaba a quienes ya tienen buenas condiciones laborales en el país.
Pero, otra pipol experta, como Enrique Correa,doctor en Derecho del Trabajo de la Universidad de Buenos Aires, dice que el reto de una reforma laboral no es solo generar empleo, sino que el trabajo sea de calidad para fomentar la estabilidad laboral.
¿La pelea por dónde va?
Desde el Ministerio de Trabajo, la exministra Gloria Inés Ramírez, propuso una reforma que ‘recuperara los derechos que los trabajadores perdieron a principios de siglo’. Se refiere a la reforma laboral que hizo Álvaro Uribe en el 2002 y que flexibilizó el mercado laboral. Pa’ que no le suene en chino, esto quiere decir que: las reglas para contratar se volvieron menos estrictas, entonces (en teoría) la gente que daba empleo podría contratar más. Es decir, no les salía tan caro echar a alguien o pagarle por trabajar domingos, festivos o en la noche.
La reforma de Petro quería echar pa’ atrás el tiempo y recuperar algunos de esos beneficios que las personas trabajadoras habían perdido. Peeeero, Raimundo y todo el mundo le cayó con el argumento de que aumentar los costos con los que los empleadores contratan, haría que despidieran a muchas personas porque la mayor parte de empresas no tendrían con qué pagar tanta vaina. Este es el argumento de Fenalco (el gremio de la pipol comerciante).
¿Qué dicen los gremios?
Esta pipol insiste en que la reforma laboral hubiera ‘destruido’ 452 mil empleos en el país porque subía los costos de contratar como en un 30% y que la mayor parte de empresas del país, que son chiquis (micro, pequeñas y medianas empresas), no podrían soportarlo. La pipol que se quede sin trabajo es probable que entre en la informalidad. Es decir, no cotizarían ni salud ni pensión y esto nos trae tremendo problema en el futuro con mayores costos públicos en salud y subsidios para gente adulta mayor vulnerable, sin plata.
Desde la Andi (el gremio de la pipol industrial) dicen que encima de todo, el chequeo del MinHacienda de que la reforma era posible en términos de plata no tomaba en cuenta los gastos que tendría que asumir el gobierno. Estos son los deducibles del impuesto de renta, es decir, unos costos laborales que los empresarios pueden restar a sus ingresos antes de calcular los impuestos y que asume el Estado.
¿Y el gobierno?
Un dato: la exministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, que lideró la propuesta de la reforma laboral desde sus inicios en 2023, decía que esta reforma no era para crear empleos, sino para mejorar las condiciones laborales de la gente. Pero hace poco, el nuevo ministro Antonio Sanguino dijo que la reforma crearía 91 mil empleos anuales cuando se implementara la reforma.
Y el Icbf también dijo que la reforma permitiría que 60 mil madres comunitarias pudieran tener un contrato laboral con ellos.
El gobierno también argumenta que lo que hizo Uribe por allá hace 20 y pico de años no funcionó. La meta de esa reforma fue crear 683.000 empleos, pero un par de estudios (uno de 2004 y uno de 2009) mostraron que no solo no se logró esa meta, sino que puso a trabajar más a los colombianos.
El debate de fondo continúa y es cómo mejorar las condiciones laborales de la gente, sus ingresos y la economía.
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